miércoles, 9 de septiembre de 2009

cultura metro

Un día normal, me dirigía hacia la universidad san buenaventura sede bello, me vi en la tediosa tarea de tener q subirme a el metro para poder llegar allí, por que no sabía q bus me dejaba exactamente allí. Cuando compre mi tiquete, me dirigí a las escaleras pensando (que pereza q me toque parada, teniendo en cuenta q son muchas estaciones).
Al entrar el metro medí cuenta que una de las sillas estaba vacía y me dirigí hacia ella, descansando al sentarme.
En la siguiente estación se subieron muchas personas, y entre tanta gente 3 sujetos hicieron llamar mi atención, la primera una señora embarazada que se aproximaba a los 6 mese de embarazo, la segunda una anciana con unos paquetes en la mano, y el tercero un señor que en su cara se veía la fatiga que tenia, probablemente trabajo toda la noche.

Al darme cuenta de esta situación, que probablemente estas personas pensaran:¿si esta niña esta tan joven, porque no me sede el puesto? y yo pensaría a esto:
-supongo que si están muy cansados por qué no cogieron un taxi...si quieren ir sentados.
-por otra parte, que al comprar el tiquete estaban predispuestos a que les tocara de pie o sentado.

y son muchas las variantes mas q hay q pensar cómo, si a la persona que le sedería el puesto se bajara en la próxima estación, siento que no valdria la pena. En fin, no sedería mi puesto a nadie y me quedaría sentado esperando a llegar a mi destino.

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